¿Qué es la quiropráctica?

¿Cómo y dónde nació la quiropráctica? 

La Quiropráctica nació en un edificio de oficinas en Davenport, Iowa, EE.UU. El conserje del edificio escuchó un sonido en su cuello al hacer un mal movimiento y poco a poco comenzó a perder la audición. Pasaron 17 años y en 1895, Daniel David Palmer que tenía un consultorio en dicho edificio, examinó y palpó la columna del conserje y advirtió que había una vértebra fuera de su sitio, es decir, subluxada. Fue entonces cuando ejerció una leve presión sobre la misma llevándola a su lugar; al ajustarla el conserje relató recuperar gran parte de su audición de manera instantánea. 

D.D. Palmer comenzó a recibir gente que acudía de diferentes ciudades esperando un milagro parecido al de su conserje, pero descubrió que al existir una vértebra subluxada, ésta ejerce presión sobre un nervio, lo que ocasiona distintos problemas en la salud. La gente que acudía a él mejoraba en muchos y diversos aspectos de su salud, lo que lo llevó a investigar hasta crear esta nueva disciplina. Su hijo B.J. Palmer desarrolló y expandió la Quiropráctica convirtiéndose en la actualidad en una de las tres profesiones de la salud a la que acude mayor cantidad de gente en EE.UU.

Hay una gran diferencia entre tratar los efectos y corregir la causa.

La sabiduría de tu cuerpo 

Existe en tu cuerpo una sabiduría, una organización interna que nos mantiene vivos y se llama inteligencia innata.
Para trabajar, esa inteligencia utiliza en gran parte al sistema nervioso para organizar y mantener en equilibrio nuestras funciones corporales: presión arterial, oxigenación, temperatura, pensamientos, sentidos, sistema inmune, digestivo, muscular, regeneración de células, etc.

Es entonces muy importante que esta inteligencia innata pueda expresarse, para sostener una comunicación óptima entre todas las partes del cuerpo. 

En quiropráctica, nos encargamos de mantener óptima esta relación entre inteligencia innata y sistema nervioso, corrigiendo las subluxaciones vertebrales.

Una subluxación vertebral es una alteración muy común que afecta el funcionamiento correcto del sistema nervioso, interfiriendo en la buena comunicación de los mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo, lo cual produce como consecuencia falta de adaptación al medio ambiente y disminución de calidad de vida, en definitiva de la salud. 

Los quiroprácticos pasamos años estudiando cómo detectar y corregir estas subluxaciones, para liberar esta fuerza vital interna que te permitirá funcionar al máximo.

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La inteligencia innata es la que mantiene vivo tu cuerpo, adaptándose a un entorno en constante cambio.

¿Cuáles son las causas que pueden producir una subluxación vertebral? 

Una subluxación vertebral se produce cuando una fuerza supera la capacidad del organismo de mantener sus vértebras correctamente alineadas.
Existen innumerables fuerzas que, solas o combinadas, pueden producir una subluxación vertebral.

Podemos agruparlas en cuatros grupos: 

  • Físicas
  • Químicas
  • Emocionales
  • Electromagnéticas

 

1. Físicas: Un parto difícil puede producir la primera subluxación. Las causas físicas incluyen los golpes directos o indirectos sobre la columna vertebral producidos por caídas, esfuerzos, malas posturas, malas fuerzas, actividades repetitivas, accidentes laborales, deportivos, automovilísticos, etc. en cualquier momento de la vida. 

2. Químicas: Pueden producirse por una nutrición inadecuada o insuficiente; por la mala calidad del aire que respiramos (tóxicos, polución ambiental, cigarrillo, etc.); por efectos nocivos de drogas en nuestros cuerpos (sean legales, prescriptas o ilegales), así como también a conservantes, colorantes, herbicidas y pesticidas en el agua y los alimentos.

3. Emocionales: El estrés de la vida moderna, la mala relación con nosotros mismos y con nuestros semejantes llevan al organismo al límite. Los conflictos afectivos y emocionales también pueden deteriorar el funcionamiento de nuestra columna, quedando débil y expuesta a subluxaciones vertebrales aún en situaciones triviales. 

4. Electromagnéticas: Estamos rodeados de objetos electrónicos. Aunque no les percibimos, las ondas del móvil, de la wifi, de reloj «inteligente», etc afectan a nuestra salud.